Curiosamente, tras leer la explicación teórica de cómo funciona el rooteo en Android me di cuenta de que la mayoría de métodos que se usan son exploits para versiones antiguas de Android, y que nunca se parchean porque los operadores no actualizan los sistemas operativos de sus clientes.
Bastante típico: se te ha estropeado el botón de encender el teléfono y te has quedado sin teléfono.
Primero, enchufa tu móvil Android a tu ordenador para averiguar el ID con el que se
monta, para reemplazarlo en la fila que pone
PHONE_ID=XXXX-XXXX
.
Ahora copia este script en ~/.local/bin/rsync-music2phone
(por ejemplo):
Brasero parece tener algún problema, por lo que me ha tocado buscar cómo grabar un DVD RW desde terminal. En realidad es súper sencillo:
A veces tienes contratado un sistema remoto que no te permite modificar las particiones ni ampliar la RAM, pero necesitas más. La solución más sencilla sería una partición Swap, pero al no poder hacer particiones... ¿Qué puedes hacer? Pues un fichero Swap.
Gracias al Swap FAQ de Ubuntu os pongo una guía bien sencilla (sirve para cualquier distribución).
A estas alturas todos deberíamos saber qué es Shellshock, pero a modo de resumen: una seria vulnerabilidad en bash que nos puede salir muy cara si no lo actualizamos, y que lleva escondida entre nosotros unos 14 años.
Mi problema es que tenía un servidor bastante viejo ya, con una versión de Ubuntu anticuada, pero que por problemas de pereza agenda nunca he actualizado.
Gracias a Shellshocker ha sido coser y cantar.
WhatsApp... Cómo lo detesto.
Para que no me esté pitando todo el día el móvil, decidí instalarlo en la tableta, pero resulta que solo está disponible para móviles.
Hoy escribo un artículo que transciende de lo técnico que suele ser este blog, y pasa a ser algo más psicosociológico. Por supuesto, solo es una mera opinión, pero quería compartirla.
Por culpa de Gracias a las nuevas tecnologías, observo la creación de un
nuevo fenómeno al que me he tomado la libertad de denominar ISEI (Incomodidades
Sociales Electrónicas Innecesarias).
Básicamente, son situaciones socialmente incómodas, surgidas a partir de los nuevos medios electrónicos de comunicación (redes sociales y programas de MI, principalmente).
Lo más irónico de las ISEI es que son innecesarias. En una sociedad en que el único medio de comunicación remoto era el teléfono fijo y la carta, o en la que no se asumiera que estás las 24 horas del día conectado a la red de forma localizable, la gente jamás las experimentaría.
Me he tirado muchísimo tiempo tratando de identificar la fuente de un error que tenía en una máquina que trabaja con Windows 2008 Server R2 virtualizada en un VMWare ESXi.
El proceso System (el núcleo del sistema) estaba consumiendo tanta CPU que no dejaba prácticamente nada para los usuarios, y estos experimentaban interminables ralentizaciones.