Como recordaréis, hace un tiempo estuve alabando las ventajas de EZCast sobre otras alternativas de la competencia.
Pues bien, ni un año después he tenido que acabar comprándome un Chromecast.
Por si te preguntabas
por qué las aplicaciones en tu nuevo Android no tienen permiso de escritura a la
tarjeta SD, no es un error; es así a propósito.
Si trabajas como hacker, programador y/o administrador de sistemas, agradecerás tener a mano en tu tableta un kit básico con las 4 herramientas clave que uses a diario, que además son libres:
Lo de usar una pantalla inalámbrica (screencast) está muy bien, pero hay tantas y tantas opciones que al final uno acaba confundido.
Analicemos el panorama, y luego os cuento mis impresiones sobre EZCast, que es la opción que he escogido yo.
[Actualización: Al final he tenido que comprar un Chromecast por lo mal que funcionaba EZCast.]
Una de las cosas más curiosas que suceden hoy en día es que la gente se pelea por tener un teléfono con más megapíxeles que nadie, para luego mandar las fotos por WhatsApp y que pierdan toda su calidad.
Ironías aparte, lo que más me fastidia de todo en realidad es que WhatsApp le quita los metadatos EXIF a las imágenes.
Contienen un montón de información valiosa para los amantes de la fotografía, o para cualquiera que guste de organizarse bien su colección de fotos:
Con esos datos, puedes comparar qué tal saca las fotos tal o cual cámara o teléfono, y así no llevarte sorpresas si lo compras.
También (lo que más me interesa para esta entrada), un programa de organización de colecciones de fotos puede usar la fecha para organizarte las fotos automáticamente, o la ubicación para pintártelas en un mapa.
Mi tableta estaba encriptada e iba soporíferamente lenta.
Me extrañaba porque tengo un móvil con un hardware casi idéntico que va muy fluido, así que instalé en ambos Geekbench 3, que analiza el rendimiento del procesador y la RAM. En ambos terminales la puntuación fue casi idéntica (bueno, la velocidad de RAM en el móvil era el doble, pero es normal porque tiene el doble de RAM).
Curiosamente, tras leer la explicación teórica de cómo funciona el rooteo en Android me di cuenta de que la mayoría de métodos que se usan son exploits para versiones antiguas de Android, y que nunca se parchean porque los operadores no actualizan los sistemas operativos de sus clientes.
Bastante típico: se te ha estropeado el botón de encender el teléfono y te has quedado sin teléfono.
Primero, enchufa tu móvil Android a tu ordenador para averiguar el ID con el que se
monta, para reemplazarlo en la fila que pone
PHONE_ID=XXXX-XXXX
.
Ahora copia este script en ~/.local/bin/rsync-music2phone
(por ejemplo):
WhatsApp... Cómo lo detesto.
Para que no me esté pitando todo el día el móvil, decidí instalarlo en la tableta, pero resulta que solo está disponible para móviles.