Curiosamente, tras leer la explicación teórica de cómo funciona el rooteo en Android me di cuenta de que la mayoría de métodos que se usan son exploits para versiones antiguas de Android, y que nunca se parchean porque los operadores no actualizan los sistemas operativos de sus clientes.
Lo bonito de GNU/Linux es que tienes control absoluto sobre tu sistema, pero evidentemente este control no lo tienen todos los usuarios, sino solo los que tengan que tenerlo. Históricamente dicho usuario ha sido siempre root ("raíz" en inglés). Sin embargo, tener que cerrar tu sesión y abrir una nueva para administrar el sistema es una pesadez, para lo cual existen herramientas que te permiten adquirir temporalmente sus privilegios.