Desde luego, si existe un sistema de autenticación ineficiente en este mundo, son las
contraseñas. Más que nada porque:
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Son molestas, ya que tienes que memorizarlas, y si quieres que sean realmente
seguras debería ser una diferente para cada sitio en el que tengas una cuenta (y, si
eres como yo, eso pueden ser cientos de sistemas).
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Delegan una decisión importante de seguridad en el elemento más inseguro de la
cadena: el usuario final.
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Para que todo sea más sencillo, recurrimos a gestores de contraseñas, lo que
significa que alguien que pueda crackearlo tendrá acceso a todas nuestras
contraseñas.
Hay otros sistemas mucho mejores, como la autenticación por certificado, pero esto
lamentablemente no está muy extendido. Por esto, hoy hablaré de otra herramienta que
sí podemos empezar a usar en cualquier sitio:
LessPass.